Que se bebe en Rumanía

Que se bebe en Rumanía

La bebida habitual en Rumanía y asimismo la preferida de los rumanos es la Tuica, un aguardiente de ciruelas que se bebe eminentemente como temtempié. La cerveza rumana es una bebida apreciada, pero el auténtico orgullo del país son sus vinos, una extensa selección que luce por su pluralidad y calidad.

Comunicar el pan con los vecinos

Asimismo es esencial entender de qué manera ha evolucionado la cocina rumana en todo el tiempo: los dacios, que se asentaron en el país hace mucho más de 2000 años, eran cazadores expertos y hábiles en la preparación de guisos , carnes asadas o curadas, adjuntado con las verduras y frutas que tengan la posibilidad de localizar; Si bien sus recetas no eran refinadas, sus fiestas y vinos eran conocidos en la zona. Con la conquista romana (cien dC) se introdujeron alimentos como la placinta (empanadas), el pan, distintos quesos y aceites para cocinar; El cultivo de cereales asimismo se volvió esencial, en especial en las vastas llanuras blanqueadas por el sol de Valaquia. A lo largo de los siglos III al XII, múltiples inmigrantes como tártaros, armenios o hunos pasaron y se establecieron en unas partes de Rumania, trayendo consigo nuevos elementos, estilos de cocina y recetas.

Desde el siglo XIV, las influencias de las etnias bizantina, otomana (oriental), armenia, griega y eslava se abrieron paso en la cocina rumana: platos como el arroz pilaf, la moussaka, la zacusca, el baklava y el borscht. En la época del siglo XIX, emigrantes rumanos formados en París, Viena o Londres trajeron a su país platos de inspiración occidental como el schnitzel y el strudel, las frituras con mantequilla o los postres de chocolate. A lo largo de los próximos cien años, la cocina rumana prosiguió prosperando bajo las influencias aristocráticas y reales, pero el régimen comunista entró en acción a objetivos de la década de 1940, cerró los sitios de comidas «burgueses» y prohibió las recetas correspondientes al viejo orden popular; La comida rumana volvió a sus orígenes campesinos.

Gastronomía rumana

La cocina rumana estuvo influida por distintos pueblos, como el Imperio De roma, que ingresó técnicas de cultivo y fomentó el consumo de verduras. A lo largo de la Edad Media, los alemanes y húngaros importaron la elaboración de fiambres y preparados cárnicos como salchichas o albóndigas, asimismo introdujeron la utilización del curado.

Pero la gastronomía rumana asimismo tiene una fuerte predominación mediterránea, debido en parte a la invasión de los turcos otomanos. Hay platos habituales rumanos que recuerdan a la cocina griega y turca en tanto que tienen distintas platos a partir de verduras, carne picada y arroz.

Vídeo: Qué comer y tomar en Rumanía

Sarmale (rollos de repollo) Estos rollos de repollo rellenos se piensan el plato nacional de Rumanía pero de todos modos son de origen turco rumanos decir que los más destacados son los más destacados.

Țuică

Varios extranjeros olvidan el nombre gracias a la dificultad de su pronunciación. Para llevarlo a cabo mucho más simple, se acostumbra redactar como «tzuica». Se realiza desde ciruelas a lo largo de los meses de octubre y diciembre. Esta temporada tiene sitio inmediatamente después de la temporada donde se realiza el vino. En la situacion de la tzuica, los productores tienen que fermentar la ciruela a lo largo de seis u ocho semanas. Tas se destila usando una fuente de combustión natural como el carbón o la madera. El brebaje final tiene dentro entre 45% y 60% de alcohol.

Otro para los mucho más valientes, si bien con una graduación alcohólica menos acentuada que el previo. Entre las bebidas rumanas, es la mucho más habitual y la puedes localizar de manera fácil en todas y cada una partes. Aun es común verla en escaparates vestidos con parafernalia relacionada con Drácula. Es clásico en la zona de Transilvania, exactamente la misma en Hungría. Por consiguiente, tiene un carácter en todo el mundo gracias a la vieja élite húngara que rigió estos sitios.

Timisoara, una vocación cosmopolita

Durante los siglos, Timisoara y el Banato han prosperado, alimentados por la energía y el talento de sus ciudadanos de toda Europa. Mucho más de 30 etnias distintas han vivido aquí a lo largo de generaciones: rumanos, alemanes, húngaros, serbios, croatas, italianos, españoles y búlgaros. Ciudades ortodoxas, católicas, judías, protestantes, luteranas, musulmanas y otras que hayan podido expresar su religión o ideas en paz y independencia.

En 1771, Timisoara imprimió el Temeswarer Nachrichten, el primer periódico alemán en Europa central y sudoriental. Aquí estuvo la primera biblioteca pública y la primera proyección de cine, y en este momento la localidad tiene tres teatros estatales en tres lenguajes distintas.

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